
La trilogía de las puertas del infierno, de Lucio Fulci
El director Lucio Fulci es quizá uno de los cineastas del terror italiano más grotescos que existe. No por nada le llaman el Maestro del Gore. Y lo digo con todo el respeto, porque es parte de su estilo y lo que transmite su cine. Él quiere perturbarnos visualmente.

Fulci ha pasado por todo tipo de géneros, y del cine que se hacía en Italia en los 70 y 80. Como no, cine giallo con ‘Una lagartija con piel de mujer’ o ‘Siete notas en negro’, el slasher con la brutal ‘El destripador de Nueva York’, y cualquier tipo de exploit como ‘Nueva York bajo el terror de los zombis’ o ‘La conquista de la tierra perdida’. Pero sobre todo ha destacado por el terror fantástico y sobrenatural. Y, precisamente, en ese género y con la ‘Trilogía de las puertas del infierno’, se encuentran sus películas más conocidas, y que mayor reconocimiento tienen.
La Trilogía de las Puertas del Infierno: Maldiciones, muertos, sangre y gore.
Además de dirigirlas, Lucio Fulci escribió el guión de todas junto a Dardano Sacchetti (‘1990: Los Guerreros del Bronx’, ‘Demons’), guionista muy habitual en el cine de Fulci, donde han coincidido en ‘Siete notas en negro’, ‘Nueva York bajo el terror de los zombis’ o ‘Manhattan Baby’, por citar algunas. La última parte, surgió de la mente de Elisa Briganti (‘Nueva York bajo el terror de los zombis’, ‘Destroyer: Brazo de acero’ y ‘1990: Los guerreros del Bronx’). Ambos guionistas están detrás de gran parte de las películas del cine fantástico italiano.

La trilogía está compuesta por: ‘Miedo en la Ciudad de los Muertos Vivientes’ (1980), ‘El más allá’ (1981) y ‘Aquella casa al lado del cementerio’ (1981). Aunque no tienen nada que ver entre ellas, coinciden en algunos puntos. Sobre todo, en lo referente a la temática y parte del equipo que trabajó en ellas.
En las tres películas veremos maldiciones y poderes ocultos que se despiertan por algún suceso violento. También hay gran simbolismo católico, bastante influencia lovecraftiana (sobre todo en las dos primeras), y desde luego son muy oscuras.
Pero, sobre todo, está presente el toque del Maestro Fulci. Veremos una atmósfera cada vez más malsana, un horror y terror muy visceral, visualmente repugnante, y una violencia sin tapujos. Fulci no se corta en ponerlo en primer plano, o deleitándose con la escena. La sangre, las entrañas, las muertes violentas, y el gore, están presentes de principio a fin en cada una de las películas. Y como no, esa obsesión con que ocurran cosas a los ojos de los personajes. Ya sea que se los saquen, los muerdan, o los atraviesen con algo.

Esto que los une ya no sólo es gracias al Maestro Fulci, sino también por Giannetto De Rossi (‘Nueva York bajo el terror de los Zombis’, ‘Dragonheart’), con sus efectos de maquillaje. Las muertes, los cadáveres, gusano, las entrañas que salen desde cualquier sitio… toda esa podredumbre y asquerosidad, son una auténtica maravilla para amantes del gore. De Rossi es un artesano de la muerte.
Y para completar todo eso, la inquietante banda sonora que escucharemos. Que para mí es otro de los puntos fuertes de toda la trilogía, creando momentos de suspense, tensión, y una gran inquietud. En ‘Miedo en la Ciudad de los Muertos Vivientes’ y ‘El más allá’, nos encontramos con la partitura de Fabio Frizzi (aquí tenéis una muestra), y desde luego un trabajo brutal. En ‘Aquella casa al lado del cementerio’ contaron con Walter Rizzati (aquí tenéis una muestra de su BSO), y tampoco se queda atrás para darnos buenos momentos. Una maravilla.

También veremos como en las tres películas tenemos a la misma protagonista, Catriona MacColl. Eso sí, cada vez interpretará a un personaje diferente que se meterá de lleno en cada una de las tramas. Su actuación en general será correcta, ofreciéndonos buenos gritos, y miradas aterrorizadas.
La trilogía tiene muchas cosas buenas, pero también otras que no lo son tanto. Una de ellas es su narrativa y montaje algo caótico. A veces da la impresión que son escenas puestas casi al azar, con diferentes tramas, y que se intentan unir como sea. Todo queda muy inconexo y sin explicación, haciendo que al final el guión es algo secundario. Pero eso sí, consigue lo que quiere: removernos el estómago con esa atmósfera tan perturbadora, casi surgida de una pesadilla, y sus momentos grotescos.

A Fulci se le perdona esos agujeros de guión, a veces sin sentido, gracias a lo que estamos viendo. Una trilogía que funciona gracias al gore, así de claro. Y que, si te gusta toda esta sangre, las disfrutas.
Las Puertas del Infierno: La trilogía
Poco más puedo decir, así que ahora ya os dejo un pequeño repaso/reseña de cada una de las películas de la ‘Trilogía de las Puertas del Infierno’.
Miedo en la ciudad de los muertos vivientes
«En la ciudad de Dunwich, en Nueva Inglaterra, el suicidio de un cura convierte en realidad una vieja maldición. Las puertas del infierno se abren de par en par y liberan una horda de zombies que salen de sus criptas en busca de carne fresca…»
La película empieza muy rápido con ese suicidio, y después su ritmo se calma, y ya va aumentando poco a poco. La atmósfera será más enrarecida, y las muertes cada vez más violentas. Desde luego encontramos algunos momentos “brillantes” de muertes, como visceras surgiendo de donde no deberían, y ojos sangrantes.

Ya veréis que la influencia de Lovecraft ya está en el nombre de la ciudad, Dunwich. Pero también la encontramos en ese ambiente tan desolador, y que va aumentado a medida que se acerca al final. Que, por cierto, vaya final. Fue casi improvisado al perderse el material original. Así que lo volvieron a rodar de cualquier manera, convirtiéndolo en un sin sentido. Pero bueno, es el que es. Aun así, es una gran película del género.
El más allá
«El sótano de un viejo hotel está construido encima de una puerta al más allá donde deambulan los zombies. Una joven hereda el hotel y decide renovarlo. Pero terribles “accidentes” ocurren durante las obras. Un pintor muere, el fontanero desaparece y su amigo se rompe el cuello. Ella huye al hospital, pero la pesadilla sólo acaba de empezar…»
Para mí, la mejor de la trilogía. Ya vemos su aire lovecraftiano con ese prólogo en sepia cuando vemos como capturan y crucifican, de forma brutal, a un hombre que parece que practicaba algún tipo de brujería. Eso hará que una de las siete puertas del infierno se abra. Ahí veremos también un libro que tiene como título ‘Eibon’, que junto al ‘Necronomicón’, también se nombra en los Mitos de Cthulhu de Lovecraft.

Las muertes y las escenas son más brutales y grotescas, y alguna de ellas pocos se atreverían a rodar ahora mismo. Podremos encontrar influencias de ‘Angustia de silencio’, del propio Lucio Fulci, de ‘Suspiria’, de Dario Argento, y algún momento que sacado de ‘Las diabólicas’, de Clouzot. Y el ambiente del hospital, casi nos recuerda ‘El exorcista III’ (William Peter Blatty, 1990).
Ocurrirá lo mismo que en las demás. Un montaje y una narración que van algo perdidos, como si sólo fueran escenas que se rodaron porque se tenía ganas incluirlas, pero que no tienen nada que ver con la trama principal. Eso sí, atentos su final. Impresionante la fotografía y la puesta en escena.
Aquella casa al lado del cementerio
«Norman Boyle, un académico y padre de familia que reside en Nueva York, es asignado para investigar el extraño suicidio de un científico, compañero suyo, llamado Dr. Peterson. Lo único que Norman sabe es que Peterson se traladó a un viejo caserón de Nueva Inglaterra junto a su amante, para investigar a su antiguo dueño, un tal Dr. Freudstein, y que al final, Peterson mató a su amante y acabó ahorcándose.»
La última parte de la trilogía de Las Puertas del Infierno, y donde también los protagonistas (la protagonista vuelve a ser la actriz Catriona MacColl) van a donde no debían. Empieza rápido, con el asesinato de una pareja que estaba en el viejo caserón. Las muertes en la película también serán brutales. Aquí el cuchillo hará más acto de presencia.

Quizá es la que menos me gusta, pero no deja de tener escenas sueltas muy interesantes. Y las localizaciones, como la casa y ese sótano que casi no vemos, también me gustaron. La película parece que vaya a ser un ‘Terror en Amityville’, pero irán habiendo giros que cambiará toda la trama. Hasta que llegue a un final made in Fulci. Lo malo que encontramos algunas líneas de diálogos que no sabes para que servían, y que en el fondo muchas escenas estaban por estar.
Conclusión

Con sus más y sus menos, la ‘Trilogia de las Puertas del Infierno’ vale mucho la pena a quien le guste el género. Alguna película os gustarás más que otra, pero cualquier amante del terror sobrenatural y del gore, la va a disfrutar. Eso sí, con Fulci no esperéis una trama bien hecha y que esté atada. Aquí se viene a ver escenas de muertes grotescas, atmósferas malrrolleras, grandes efectos de maquillaje, y que todo te impacte visualmente.