
Hard Boiled (1992), de John Woo
Coreografías perfectas, secuencias de acción increíbles, disparos ilimitados e imposibles, Chow Yun-Fat con un palillo en la boca y dos pistolas, y las letras de «A John Woo film«. Todo esto hace la combinación perfecta para un gran heroic bloodshed. ‘Hard Boiled’ es la película que siempre nombro cuando me piden que recomiende una película de acción de Hong Kong. Quizá porque fue la primera que vi de este sub-género de la acción, o seguramente porque me sigue flipando. Lo que tengo claro que es una auténtica maravilla que huele a pólvora de principio a fin.
Hard Boiled, un hervidero de balas y acción
«El inspector «Tequila» Yuen (Chow Yun-Fat) busca venganza cuando su compañero muere en un tiroteo con los traficantes de armas de las Tríadas. Tequila descubre que otro oficial, llamado Alan (Tony Leung), está trabajando de forma encubierta en las Tríadas, y la interferencia de Tequila podría arruinar toda la operación. Tequila y Alan quieren detener a Johnny Wong (Anthony Wong) y su matón Mad Dog (Philip Kwok), pero ¿tienen el valor y las agallas para llevarlo hasta el final?»

Un vaso con bicarbonato es golpeado en la mesa. Después, un hombre se lo bebe de un trago, y comienza a tocar su saxofón en un club de jazz. Así comienza ‘Hard Boiled’ y nos presentan a Tequila, donde ya el carisma de Chow Yun-Fat empieza hacer efecto. John Woo, pocos minutos después, nos ofrecerá su primera secuencia de acción en una casa de té, y veremos que el inspector Tequila, es el Dios de las armas de fuego.
El director John Woo ya nos había ofrecido espectáculos de acción increíbles en las dos partes de ‘A better tomorrow’ y en la genial de ‘The Killer’, pero aquí se superó tanto en la producción, las coreografías, y el número de balas y víctimas. Que, por cierto, hay un total de 307 muertes en pantalla, se usaron más de 200 armas de fuego reales, y un total de 100.000 balas de fogueo.

El primer guión de ‘Hard Boiled’ era bastante diferente. Donde más que aparecer gángsters, era la persecución de un asesino que mataba a bebés envenenándoles en los hospitales. A John Woo no le gustaba la idea, ni siquiera a Chow Yun-Fat, que comentó que quizá podría afectar negativamente a la carrera de Tony Leung, que ya había aceptado el papel. Al final, hubo bastantes cambios como podemos ver, pero igualmente, se mantuvo el hospital del tramo final. El propio Woo tuvo que terminar el guión, ya que el guionista principal, Barry Wong, falleció antes de acabarlo.
Quizá aquí podría estar uno de los pocos peros de ‘Hard Boiled’, el guión. No estamos ante una historia complicada, ni que tenga dobles lecturas, o tenga muchas sorpresas o giros. E incluso los personajes son bastantes sencillos, donde sólo hay buenos y malos, aunque los protagonistas se cuestiones algunas cosas. Creo que el propio Woo no buscaba otra cosa que dirigir una gran película de acción.
Aunque hay variedad de opiniones sobre cuál es la mejor película hongkonesa de Woo —las dos primeras de ‘A Better Tomorrow’, ‘The Killer’, o ‘Hard Boiled’—, y el heroic bloodshed ya llevara unos años en los cines, la repercusión de ‘Hard Boiled’ fue la que llevó a John Woo a Hollywood.

A partir de aquí, llegarían ‘Blanco Humano’ y ‘Broken Arrow’, que son geniales, pero algo contenidas para el estilo de Woo. Hasta que en 1997 llegó ‘Cara a Cara’, que para mí está en el top del director, y donde le dieron algo más de carta blanca para lucirse. Sin duda alguna, de las mejores películas de acción de los 90.
Compenetración y coreografía perfecta
John Woo tiene un estilo único, sin duda. Ya hemos visto en sus otras películas que no se ata a narrativas cinematográficas establecidas. De ahí esas cámaras lentas porque sí, repetición de momentos, o congelar fotogramas. Él no mira todo para que sea analizado al milímetro, sino resaltar lo bueno de cada toma, secuencia, y escena que ha hecho. Pero ojo, esto no quiere decir que sea un descuidado, ni mucho menos.

Las secuencias de acción las rodó en orden cronológico. Cuando empezó a rodar la escena de la casa del té, ya pensaba como mejorarlo para la escena del almacén de armas. Y lo que tenía claro, es que la secuencia final del hospital, tenía que superar a todas éstas.
En toda esta coreografía magnífica, y bien preparada para la acción, siempre veremos movimiento. Ya sea de los actores (principales, de reparto, extras o especialistas), como los objetos del decorado: puertas, camillas, mesas, motos, teteras o explosiones. Y también el propio equipo técnico, cómo esos operadores de cámara que no paran de moverse.
Si ya en la casa del té nos hace una secuencia genial (y sobre todo con ese Chow Yun-Fat bajando las escalera disparando dos pistolas), en el almacén de armas lo supera. Estamos hablando de un enfrentamiento de Tequila contra al menos 25 hombres. Un tiroteo entre coches desguazados, motoristas, y explosiones. Y con el primer encuentro entre Tequila y Alan. Sublime.

Pero donde vamos a ver el espectáculo de acción de ‘Hard Boiled’, multiplicado por 10, es en la secuencia final del hospital. Ya no sólo hablo de esos últimos 40 minutos, sino sobre todo en ese plano secuencia de más de dos minutos y medio de tiroteos, explosiones, gente atravesando mobiliario y ventanas. La coreografía es brutal. Por cierto, sólo tenían una oportunidad para que saliera bien, pues el tiempo y el presupuesto se les iba de las manos, y no podían con una segunda toma. Aquí os dejo el especial “Mi top 5 planos secuencia”, dónde podéis ver este plano secuencia el de la película, y algunos más que también me han gustado de la historia del cine.

Aquí tampoco faltarán algunas marcas de la casa de John Woo. El uso de una música agradable en contraste con las secuencias de acción, llevar una pistola en cada mano, ver el peligro reflejado en cristales, la cámara lenta, el llamado “Mexican Stand-off” (cuando los personajes se apuntan a la cabeza), o enfrentamiento verbal entre dos personajes antes de pegarse a tiros a pocos metros. Y sin olvidar habilidades sobrenaturales como soportar muchos disparos, no recargar mucho el arma, o disparos imposibles que van desde acertar en blancos pequeños, no herir a aliados (con alguna excepción), o de un disparo dar a dos personas.
Hard Boiled: ¿Quiénes son los ladrones y quiénes los policías?
A John Woo se le había criticado en aquella época por hacer demasiado heroicos a los gángsters y criminales en sus películas. Con ‘Hard Boiled’, le quiso poner remedio. Además, el tema de la amistad, camaradería, y lealtad, que tanto le gusta a Woo, queda bien reflejado tanto entre miembros de la policía, como en los gángsters.

Sin duda el PERSONAJE de la película es el inspector Yuen. Chow Yun-Fat rebosa chulería y carisma por todos los lados, con ese palillo que no se le cae ni al disparar, fumar, o bebiendo tequila. Su mejor personaje junto a los de ‘A Better Tomorrow’. El personaje se inspiró tanto entre Harry el Sucio (Clint Eastwood), y Bullit (Steve McQueen). E incluso con esto, Yun-Fat le da un toque personal. Se mueve entre el poli más duro, y el simpático, payaso, y sensible. Y sin duda, un compañero de armas leal.
Y como compañero no podría tener alguien mejor que Tony Leung (‘In the Mood of Love’, ‘Infernal Affairs’), como el policía infiltrado. Una gran actuación de un hombre que tiene que asesinar incluso a aquellos con los que ha entablado amistad, para no destapar su verdadera identidad. Es muy duro, y su nueva identidad de criminal le puede jugar factura. Pero también es muy sensible. Incluso llorará cuando tiene que asesinar a su “jefe” de la tríada, o el hecho de hacer gaviotas de origami en honor y memoria de los que ha matado.

Como ya he dicho, es muy sencillo identificar a los “buenos y los malos”, pero en ambos bandos también encontramos personajes que están al límite de estar en el otro bando, o que tienen algún sentido del honor, aunque sea un criminal. Esto pasaría con el personaje de Mad Dog —interpretado por el actor y coordinador de escenas de acción Philip Kwok (‘Conspiración criminal’, ‘El pacto de los lobos’)—, con ese aspecto de villano peligroso, duro, pero un profesional con principios y honor.
Mad Dog contrasta mucho con su jefe, Johnny Wong, que es más visceral, vengativo, y que no tiene problemas en asesinar gente inocente, aunque sea niños. El prolífico actor Anthony Wong (‘Exiled’, ‘Ebola syndrome’, ‘Infernal Affairs’), hace un trabajo excelente como villano sin escrúpulos.

Todos los demás secundarios están muy bien y cumplen de sobra. También habrá algunos toques de humor, sobre todo en diálogos, y momentos de buddy movie. Alejándose bastante de la seriedad que tenían las anteriores películas de John Woo, pero sin que se convierta en una comedia.
Conclusión
La tengo en un pedestal, así de claro. Para mí es una de las grandes películas de acción de Hong Kong, y también de John Woo. Con esas secuencias de acción increíbles, y con unos actores que rebosan carisma, sobre todo ese Chow Yun-Fat en estado de gracia, la convierte en maravilla del género.
El único «pero», es un guión bastante normalito, y algunos diálogos bastante tontos. Aunque creo que esto último se debe a una mala (o perezosa) traducción y doblaje. De todas maneras, para ver a Chow “El dios de las dos pistolas” Yun-Fat, no nos hace falta más.
Ficha técnica
- Título original: Lashou shentan
- Año: 1992
- Duración: 127 min.
- País: Hong Kong
- Director: John Woo
- Guión: Barry Wong y John Woo
- Reparto: Chow Yun-Fat, Tony Leung, Philip Kwok, Anthony Wong, Teresa Mo, Bowie Lam, Philip Chan
- Música: Michael Gibbs
- Fotografía: Horace Wong
Sí queréis saber más sobre ‘Hard Boiled’, podéis escuchar el episodio —3×18: Hard Boiled— del podcast Espartanos del Cine. No os defraudará.