
Zatoichi, de Takeshi Kitano
Con el cine de samuráis (llamado chambara) es casi imposible no pensar en el gran Akira Kurosawa (‘Rashômon‘, ‘Los Siete Samuráis‘, ‘Yojimbo‘) o Kenji Mizoguchi (‘47 Ronin‘, ‘Cuentos de la Luna pálida‘), y algunos que me dejaré. Pero a mitad de los 80 y principio del siglo XXI, hay un gran vacío de este género, pudiendo sólo contar con algunas como ‘Kagemusha‘, ‘El Ocaso del Samurái‘ o el anime ‘Ninja Scroll‘. Creo que con el éxito de ‘Zatoichi‘, de Takeshi Kitano, se volvieron a abrir las puertas a este género tan interesante, y del que podemos disfrutar una nueva ola.
Zatoichi, la leyenda del masajista ciego
«Zatoichi es un nómada ciego que se gana la vida dando masajes y jugando a los dados. Sin embargo, tras su humilde apariencia se esconde un espadachín de una rapidez y precisión casi sobrehumanas. Cuando el destino lleve a Zatoichi hasta un pueblo controlado por un tiránico señor feudal, éste decidirá tomar partido y poner toda su destreza al servicio de los ciudadanos. Pero un samurái con un poder igual al suyo protege las espaldas del señor… El porvenir de todo el pueblo pende entre las hojas de dos katanas.»
Quizá algunos conozcan al personaje de Zatoichi por esta película, o les sonara el concepto de un espadachín ciego de otros sitios, pero desde luego en Japón es uno de sus más famosos héroes literarios, y cinematográficos, desde hace más de 50 años.

Nacido de la mano del escritor Ken Shimozawa en el año 1948, poco iba a imaginar el éxito que tendría poco más de 10 años más tarde, cuando se hizo la primera adaptación en cines, y que llegaría a un total de 26 películas. En 1962 Kenji Misumi dirigía la primera de ellas, ‘The Tale of Zatoichi‘, y se encargaría además de las 7 siguientes. También el que estuvo tiempo fue el actor Shintaro Katsu, que interpretó a Zatoichi en TODAS las películas que se hicieron (entre 1962 y 1989) en pleno auge del chambara. Y no sólo eso, además se hizo una serie, con Shintaro de protagonista también, que duró casi 100 episodios.
Y ahí justamente estaba gran parte de la dificultad de la adaptación que iba hacer Kitano: hacer un personaje a quien la cultura popular le tenía sólo un rostro puesto, ya que sólo lo había interpretado hasta entonces un actor. Así que para poder evitar cualquier tipo de comparación, tenía que hacer algo nuevo, y para eso debía tener el control creativo total.
La elegancia de Takeshi Kitano
Casi siempre se piensa en Takeshi Kitano como un director que hace cine de Yakuzas y muy violento. Y sí, con películas como ‘Violent Cop‘, ‘Sonatine‘, ‘Brother‘ o la trilogía de ‘Outrage‘, es normal. Pero cuando vamos a su cine dramático o cómico, como ‘Dolls‘, ‘El Verano de Kikujiro‘, e incluso ‘Hana-bi‘, vemos su faceta poética. En ‘Zatoichi’ mezcla ambas virtudes, y crea un magnífico tributo al cine de samuráis que estaba desapareciendo.

Pero aunque no sea una película violenta, hay bastante acción, y no faltan esos estallidos fugaces de violencia y sangre que nos tiene acostumbrados Kitano. También tiene una gran mezcla de humor, tensión, y momentos musicales muy interesante, que más que sacarte de la trama y el tono, la hace más original.
También resalto las escenas de acción. Están llenas realismo, sin perder detalle, y muy fluidas. Eso sí, lo que más me llamó la atención, la primera vez que la vi, fue la sangre digital. Mucha gente se ha quejado siempre de eso, y no veían la lógica de usarla. Kitano no quería que una película tan violenta, y la sangre «real» da más esa sensación, al ser más física. Además, necesitaba controlar como salía disparada por las propias escenas de acción y la coreografía especial que necesitaba como Zatoichi, y de esta manera, era la única forma de hacerlo. Pero puedo asegurar, que las veces que la he vuelto a ver, no he reparado en ella, ni te saca de la película.
Y otra cosa que no puede faltar en el cine de Kitano, es el cuidado en su banda sonora. Aquí cuenta con el compositor Keiichi Suzuki (‘Outrage‘, ‘Tokyo Godfathers‘), que nos mezcla la música tradicional japonesa, con algunos ritmos mucho más contemporáneos. Atentos a la escena de la construcción de la casa (aquí el ejemplo), y el final con su tap dance/claqué/clásico. Una maravilla.
Samuráis, ronin, geishas y yakuzas
La película está llena de personajes curiosos y divertidos, pero algunos con pasados tristes, peligrosos y entrañables. Kitano también sabe crear personajes únicos y bien construidos.
El propio Kitano interpreta a Zatoichi, que lo convierte en un héroe muy entrañable. Puede parecer que Kitano no llama la atención como actor, pero no te da menos de lo que el personaje ofrece. Ya no sólo se lo curra en las escenas de acción, o en el momento previo, sino que hay situaciones de humor muy logradas, con las que te saca un sonrisa.

Zatoichi no estará sólo, y contará con la ayuda de personajes muy diferentes. Por ejemplo la tía Oume, que le explicará los problemas que hay en pueblo con los yakuza, y le ofrecerá su casa como cobijo. También tenemos Shinkichi, el sobrino de Oume, un caradura que al final se convertirá en su amigo. Hay que reconocer que tiene los momentos más divertidos de la película.
La historia más triste la aportan dos geishas que se alían con Zatoichi. Ellas buscan venganza hacia ese clan yakuza desde que eran pequeñas. Cuando ves su pasado tan duro, lo que han tenido que hacer, y por lo que ha pasado, es muy difícil no empatizar con ellas.
Aunque es todo un clan yakuza con el que se tiene que enfrentar Zatoichi, su enemigo más peligroso será Hattori, un ronin que trabaja como guardaespaldas para los Yakuza. Interpretado por Tadanobu Asano (‘Ichi, the Killer‘, ‘Mongol‘), nos muestra a alguien que necesita el dinero, mientras se debate entre su honor, y probarse a sí mismo con la espada. Pero todo esto no quiere decir que no tenga su corazón, y que no podamos llegar a entenderle. Un personaje que se mueve entre elecciones muy difíciles.

Aunque se podría decir mucho más, tampoco quiero desvelar parte de la trama. Pero habrá sorpresas, y cada personaje aportará grandes momentos.
Conclusión
En definitiva estamos ante una gran película «chambara» que consiguió resucitar el género en el siglo XXI, que podemos seguir disfrutando con películas como ‘13 asesinos‘, de Takeshi Miike, ‘Kenshin, el guerrero samurái‘ (2012), o incluso la estadounidense ‘El último samurái‘, de Edward Zwick.
‘Zatoichi’ tiene un gran ritmo (en el sentido más amplio de la palabra), buen guion y con buenos giros. Unos personajes geniales, y las escenas de acción muy bien rodadas. Aparte de todo esto, una banda sonora genial, y unos pequeños «número musicales» muy interesantes.
Si os gusta el cine de samuráis y Takeshi Kitano, no dejéis de verla. No hace falta más explicaciones. Si sólo la habéis visto una vez y os gustó, disfrutaréis viéndola otra vez. Y si por lo que sea no lo hizo, creo que deberíais darle otra oportunidad.
Ficha técnica
- Título original: Zatoichi
- Año: 2003
- Duración: 115 min.
- País: Japón
- Director: Takeshi Kitano
- Guión: Takeshi Kitano (Basado en el personaje creado por Ken Shimozawa)
- Reparto: Takeshi Kitano, Tadanobu Asano, Michiyo Oguso, Yui Natsukawa, Gadalcanal Taka.
- Música: Keiichi Suzuki
- Fotografía: Katsumi Yanagishima, Hitoshi Takaya.