
El hombre invisible (2020), de Leigh Whannell
Cuando leo noticias de adaptaciones de novelas, o remakes de películas, que me gustan mucho, suelo asustarme. ‘El hombre invisible‘, de H.G. Wells, es una de mis historias favoritas de la literatura de ciencia ficción y terror, al igual que también lo es su adaptación de 1933 dirigida por James Whale, ‘The Invisible Man‘. Pero en este caso, cuando leí que la produciría la Blumhouse y que estaría dirigida por Leigh Whannell (‘Upgrade‘), pensé «De aquí puede salir algo bueno, y con una perspectiva muy interesante.«. Y así ha sido.
‘El hombre invisible’: nuevos tiempos, nuevas ideas
«Cecilia (Elisabeth Moss) rehace su vida tras recibir la noticia de que su ex-novio, un maltratador empedernido, ha fallecido. Sin embargo, su cordura comienza a tambalearse cuando empieza a tener la certeza de que en realidad sigue vivo, y que está al acecho.»

Tengo que reconocer que con esta sinopsis, y los diez primeros minutos de ‘El hombre invisible‘, me recordaron totalmente a ‘Durmiendo con su enemigo‘, con Julia Roberts. Pero ojo, esos primeros diez minutos ya te hacen aguantar la respiración de la tensión que hay. Y esto sólo es el principio de lo que vas a sentir durante casi toda la película.
Una vez que la protagonista consigue huir de su maltratador, y se entera a las semanas que él se ha suicidado, parece que por fin va a tener una vida tranquila. Nada más alejado de la realidad. A partir de ese momento sentirá su presencia en todos lo lados. También empiezan a ocurrir algunos sucesos extraños, y entonces se dará cuenta que el proyecto en el que trabajaba su ex, ha funcionado: conseguir hacer invisible a un individuo.

Como se puede ver, está muy alejada a la obra de Wells y a ‘El hombre invisible‘ de James Whale. Aunque sigue conservando la figura del científico que consigue encontrar un método para hacerse invisible, pero su psicopatía y maldad, ya la tenía de antes. Otro de sus cambios el científico pasa a ser el antagonista, dando todo el protagonismo a la mujer a la que acosa y maltrataba, Cecilia (Elizabeth Moss).
Un terror invisible, un suspense tangible
Una de las cosas que he ido leyendo de la película, es que la han comparado con ese cine de sobremesa que nos brindan cadenas privadas los sábados y domingos después de comer. Ojalá todo el cine de sobremesa fuera como ‘El hombre invisible‘, porque las vería todas.

Gran parte del terror está en una creación del suspense que nos ofrece una tensión brutal. La cámara nos muestra y enfoca espacios vacíos, usando planos fijos, panorámicas suaves, o con el propio montaje. Leigh Whannell juega con nosotros haciéndonos sospechar todo el rato si hay alguien o no. Y ahí también hay un acierto, no nos engaña, sino que somos nosotros mismos quienes lo hacemos.
Nunca vamos a saber si en esa esquina, sofá, reflejo de espejo, tras una ventana o pasillo, hay alguien acechando, y hará que estemos pendientes todo el rato. Una sensación brutal, y el punto más fuerte de la película. Whannell vuelve a usar esos movimientos de cámara peculiares que vimos en ‘Upgrade‘, pero sin que sean tan pronunciados y frenéticos.

Elisabeth Moss (‘El cuento de la criada‘, ‘Nosotros‘) nos ofrece una actuación increíble. Transmite un miedo, paranoia e intranquilidad, que es casi imposible no empatizar con esas sensaciones. Ya no sólo refleja el miedo a ese ser invisible y sobrenatural, sino también el de una mujer que ha sido maltratada y sus consecuencias, tanto psicológicas como sociológicas.
El hecho que nadie crea a la protagonista, tratándola de loca exagerada, que insistan que esté tranquila y que no le pasará nada, o desconfiando de su palabra. nos hace ver como viven muchas mujeres maltratadas y lo que suele ocurrir cuando denuncian. El mensaje del «Me Too» está presente, para tenerlo muy en cuenta, y no olvidarlo.

Aunque todos los actores están bien, el peso ha recaído sobre ella. Y lo lleva perfectamente. Otra cosa interesante es el hecho que no vemos la cara de su ex en ningún momento, ni siquiera antes de la supuesta invisibilidad, dando más suspense al personaje.
‘El hombre invisible’ y el Dark Universe
Parece mentira como suelen empezar algunos proyectos ambiciosos. Ver que hay una idea interesante, darte un batacazo, y al final dar un giro para seguir un camino muy diferente, y hacerlo atractivo.

Esto ha ocurrido con el llamado Dark Universe, que empezó con la película de ‘La Momia‘ (Alex Kurtzman, 2017) protagonizada por Tom Cruise. El ‘Dark Universe’ quería unir todas las criaturas clásicas del terror de la Universal —’La Momia‘ (Karl Freund, 1932), ‘Drácula‘ (Tod Browning, 1931), ‘El doctor Frankenstein‘ (James Whale, 1931), ‘El hombre invisible‘ (James Whale, 1933), y todos los demás—, para hacer una especie de «Liga» de monstruos que lucharían contra un mal mayor.

Pero el fracaso de ‘La Momia‘ de 2017 puso en peligro ese universo, y como podemos ver con esta versión de ‘El Hombre Invisible’ (que en un principio tenía que unirse a esa franquicia), se pensó que era mejor seguir un camino más alejado.
Así que la Universal ha pasado el testigo a la productora especializada en terror, Blumhouse —’Glass‘, ‘Sinister‘, ‘The Purge‘, ‘Ouija‘, por decir unas pocas, y otras alejadas del género, como ‘Whiplash‘ o ‘Infiltrado en el KKKlan‘—. y empezar desde cero este universo. Aunque hay lenguas que todavía dicen que muchos proyectos del Dark Universe (por parte de la Universal) están abiertos, pero en stand by.

Además de ‘La Momia‘ (2018) hay otras películas que podemos incluir en esta especie de Monster Universe: ‘El hombre lobo‘ (Joe Johnston, 2010), que conservó el toque clásico de la Universal, y ‘Drácula, la leyenda jamás contada‘ (Gary Shore, 2014), que le dieron un toque más fantástico y romántico que la clásica. Para mí, ‘El hombre lobo‘ y ‘El hombre invisible’, son las más interesantes. Además, son las únicas que tiene una calificación de R, y pueden ir algo más allá de lo extremadamente comercial.
Conclusión
Tenía mucha fe en la película, pero ha sido mucho, mucho mejor. Lo principal es que me ha dejado pegado al asiento, y en muchos momentos me ha dejado aguantando la respiración de la tensión que transmite. Soy fan de ‘El hombre invisible‘, tanto de la novela como en la mayoría de sus versiones cinematográficas, pero puedo asegurar, que aunque el argumento sea muy diferente, se ha colocado entre las mejores de este personaje.
Si os gusta una buena película se suspense, terror y con una tensión brutal, esta película no os puede defraudar. Con pocos medios, bien rodada, y una actriz increíble, se va a colocar entre mis favoritas del género de terror del 2020 tranquilamente.
Ficha técnica
- Título original: The Invisible Man
- Año: 2020
- Duración: 124 min.
- País: EEUU
- Director: Leigh Whannell
- Guión: Leigh Whannell (Basado en la novela homónima de H.G. Wells)
- Reparto: Elisabeth Moss, Storm Reid, Harriet Dyer, Aldis Hodge, Oliver Jackson-Cohen
- Música: Benjamin Wallfisch
- Fotografía: Stefan Duscio
4 comentarios en «El hombre invisible (2020), de Leigh Whannell»
Una nueva libre adaptación que se ajusta a un mensaje muy vivo que lamentablemente vive la sociedad y que angustia vivirlo en primera persona con la protagonista (que lo hace muy bien en su interpretación) pero que se va del género de terror como tal. Es más bien un drama. A mí se me hico algo lenta, muchas escenas silenciosas, de reflexión, largas…
Gracias por el comentario, Rubén. Sí que reconozco que tiene un ritmo que se va cociendo poco a poco, y que se acerca más al suspense y drama que al género de terror, al menos yo he visto muchos elementos del género. Yo creo que esos momentos de pausa silenciosos, es para crear esos momentos de suspense que para mí fueron brutales. Y sí, estoy de acuerdo contigo en cuanto al mensaje que da la película desde luego. Muchas gracias por pasarte!
No puedo sino estar totalmente de acuerdo contigo. La tensión se palpa, la dirección le da un plus relajando o asfixiando a merced el guión. El montaje e interpretaciones tremendas. Mención a parte el sonido, usando todo el conjunto para crear esa atmósfera insana. Así que, lo dicho, coincido contigo en todo. Gran adaptación de un clásico.
Muchas gracias por comentar Manu. Pues sí, tenía buenas vibraciones con esta adaptación, y las sobrepasó. Y como bien dices, el sonido también tiene mucho que ver. Un saludo!!