
Tygra, hielo y fuego (1983), de Ralph Bakshi
La literatura fantástica de espada y brujería siempre me ha maravillado, desde ‘El Señor de los Anillos‘, pasando por ‘Dragonlance‘, ‘Reinos Olvidados‘, ‘Elric de Melniboné‘, ‘Conan‘, o ‘Nacidos de la Bruma‘. En el cine me ha ocurrido lo mismo, ya sea con la increíble trilogía de ‘El Señor de los Anillos’, de Peter Jackson, ‘Conan, el bárbaro’, ‘Willow’, ‘Cristal Oscuro’, ‘El dragón del lago de fuego’, ‘La historia interminable’, que siempre estarán en mi corazón. Y sin olvidar la serie ‘Juego de Tronos‘, y otras series y películas que me habré dejado.
Pero parece mentira que un género así, donde el cine de animación podría haber funcionado, no han habido tantas como se podría haber hecho. Bueno, sin contar el anime japonés, que hay de todo y nos llegó algo tarde. Fuera de ahí, las más reseñables para un público adulto serían ‘Heavy Metal‘ (1981) y precisamente Ralph Bakshi, nos traería dos más: ‘El Señor de los Anillos‘ (1978) y ‘Tygra, hielo y fuego’ (1983). A esta última se le unió el enorme ilustrador Frank Frazetta, y trajeron una gran película del género fantástico, con una animación increíble.
Tygra, hielo y fuego: Creando una fantasía mágica de la animación
«Desde su helada fortaleza, la malvada reina Juliana y su hijo Nekron, envían sus hordas de salvajes sub-humanos contra los pueblos de la tierra. Nekron envía una delegación al rey Jarol, señor de las tierras cálidas, para exigir su rendición, pero es una maniobra para secuestrar a su hija, la princesa Tygra. Tygra logra escapar y se encuentra con Larn, un joven guerrero y único superviviente de su aldea. Juntos intentarán llegar al Pico de Fuego, pero mientras el volcán y el glaciar, el fuego y el hielo, van camino del enfrentamiento, y les separa una jungla ecuatorial y un llano dorado, las hordas de Nekron no abandonan su caza.»

El director del cine de animación Ralph Bakshi estuvo entre los pioneros del cine de animación, algo más adulto, durante los años 70. Desde el ‘El gato Fritz’, pasando por ‘Los hechiceros de la guerra’, y después por su increíble adaptación (que por desgracia está a medias) de ‘El Señor de los Anillos’ (pincha para el TRÁILER). Años más tarde dirigiría ‘Tygra, hielo y fuego’ (1983), una de las películas de animación del cine de espada y brujería que se convertiría en de culto inmediatamente.

Pero todo esto fue gracias también a uno de los artistas e ilustradores más importantes de fantasía que ha existido, Frank Frazetta. Sus ilustraciones de guerreros bárbaros como Conan, héroes de la ciencia ficción, de mujeres exuberantes en mundos de fantasía, y de monstruos y demonios, siguen influyendo a los artistas actuales. Y eso sin contar algunos carteles de cine como ‘El baile de los vampiros’, ‘Ruta suicida’, ‘Mad Max’, e incluso uno para ‘Abierto hasta el amanecer’. Todo el diseño y estilo de personajes y del mundo de ‘Tygra, hielo y huego’, llevan su llevo personal.
Por si no fuera suficiente, en el guión estaría Gerry Conway, creador de Punisher, el primer número de Drácula de Marvel, la muerte de Gwen Stacy, y co-creador de Firestorm y Jason Todd. Junto a él, tenemos a Roy Thomas, uno de los guionistas clave del Conan de Marvel. Ambos ya habían trabajado juntos en la creación de ‘Atari Force’, y más tarde lo harían de nuevo en el guión de ‘Conan, el Destructor’.

Todo esto convirtió ‘Tygra, hielo y fuego’ en una gran aventura de fantasía mágica, donde no faltan brujos, monstruos, bellas mujeres, bárbaros, guerreros misteriosos, y subhumanos.
Una pena que estas cuatro personas no hicieran alguna película animada de Conan, o de Elric de Melniboné. Hubiera sido una gozada.
Bárbaros, guerreros, princesas, monstruos, y brujos
La historia de ‘Tygra, hielo y fuego’ es bastante sencilla. Tygra es secuestrada por la madre de Nekron, no sólo para usarla como chantaje contra Jarol, el padre de Tygra, si no también para que su hijo tenga descendencia. Consigue escapar, y se encuentra con el joven bárbaro Larn, que la protegerá, y también saltan chispas entre ambos. Pero aún así, la vuelven a secuestrar, y Larn intentará salvarla con la ayuda de un guerrero misterioso que lleva una máscara de un lobo.

Guerreros, bárbaros, monstruos surgidos de las profundidades de los lagos, criaturas aladas, hechiceros y brujas, lucharán por conquistar ese mundo mágico, para acabar contra el mal, por supervivencia, por comida, o para proteger al ser amado.
Si os digo la verdad, la trama, para quién esté acostumbrado a la literatura de fantasía, le aportará pocas sorpresas. Pero incluso con esto, es una historia interesante y entretenida que, sumado a una animación y diseño de personajes que todavía me maravillan, hará que siempre disfrute al verla.

El diseño de personajes es magnífico. La sensualidad de Tygra, el héroe bárbaro Larn, el guerrero misterioso Darkwolf, y el brujo Nekron, que casi recuerda una mezcla de Mordred (con una madre también bruja) y algo en el físico a Elric de Melniboné. Es como ver en movimiento las ilustraciones de Frank Frazetta.

Y ahora hay que destacar lo mejor, la animación. El método de animación fue con rotoscopia, que consiste en grabar con actores reales, después dibujar cada fotograma y exagerando algo los movimientos, y después pintarlos. Que no es lo mismo que colorear sobre el fotograma y los actores. Gracias a esto se consigue una gran fluidez en la animación y los movimientos de los personajes. Ralph Bakshi ya utilizó este método en ‘El Señor de los Anillos’.
Conclusión
‘Tygra, hielo y fuego’ es una magnífica aventura de fantasía. Una historia sencilla y que va al grano, llena de personajes interesantes, y con una animación magnífica. Una oportunidad para ver en movimiento la magia de Frank Frazetta. Imprescincible para cualquier amante del género de la espada y brujería.
Ficha técnica
- Título original: Fire and Ice
- Año: 1983
- Duración: 81 min.
- País: Estados Unidos
- Director: Ralph Bakshi
- Guión: Ralph Bakshi, Gerry Conway, Roy Thomas (Basado en los personajes creados por Frank Frazetta)
- Reparto: Randy Norton, Cynthia Leake, Steve Sandor, Sean Hannon, Leo Gordon
- Música: William Kraft
- Fotografía: Animación