
Dune (2021), de Denis Villeneuve
Las adaptaciones de las novelas siempre lo van a tener difícil ya que se enfrentan a la imaginación de sus lectores. Más allá de personajes, tonos, o partes de la trama que obvian o modifican, a veces quienes las adaptan tienen que traernos todo un universo totalmente inventado, lleno de riqueza, y muy complejo. Algo que no es fácil. Frank Herbert, con ‘Dune’, nos contó una historia inmensa, épica, y densa, en un solo libro (aunque después llegaran más), y el director Denis Villeneuve ha salido más que airoso en adaptar una de las más grandes novelas de la ciencia ficción de la historia.
Dune, de Frank Herbert a Denis Villeneuve
«Arrakis, el planeta del desierto, feudo de la familia Harkonnen desde hace generaciones, queda en manos de la Casa de los Atreides después de que el emperador ceda a ésta la explotación de las reservas de especia, una de las materias primas más valiosas de la galaxia y también una droga capaz de amplificar la conciencia y extender la vida. El duque Leto (Oscar Isaac), la dama Jessica (Rebecca Ferguson) y el hijo de ambos, Paul Atreides (Timothée Chalamet), llegan al planeta con la esperanza de recuperar el renombre de su casa, pero pronto se verán envueltos en una trama de traiciones y engaños que los llevarán a cuestionar su confianza entre sus más allegados y a valorar a los lugareños, los Fremen, una estirpe de habitantes del desierto con una estrecha relación con la especia.»

Como he comentado, llevar cualquier novela al cine siempre va a ser un trabajo difícil. Pero algunas cuestan algo más, ya que se enfrentan al imaginario colectivo de quiénes lo han leído, y que lo mirarán con lupa. ‘Dune’ (2021) de Denis Villeneuve, ya no sólo se ha enfrentado a una producción enorme para plasmar las imágenes y lugares que creó Frank Herbert en 1965, sino traernos toda una historia y universo donde nos encontraremos intriga, aventuras, acción, suspense, con mucha épica, y donde los temas centrales son la religión, la ecología, la política, y el humanismo. Y sin olvidar unos personajes muy complejos, y con una gran evolución.
Cuando se anunció no tenía ninguna duda que el director y guionista Denis Villeneuve (‘Prisoners’, ‘Incendies’, ‘Sicario’) era el indicado para adaptar al cine esta épica historia. En sus últimas dos películas, ‘La llegada’ y ‘Blade Runner 2049’, se adentró totalmente en la ciencia ficción, y el tono que tenían era el adecuado para este tipo de historia. Además que son una auténtica maravilla. A esto hay que sumar que Villeneuve es fan ‘Dune’, y toda la obra de Frank Herbert, desde joven, y eso se nota en cada fotograma y escena.

En el pasado ya hemos visto otras adaptaciones. Por un lado, la de David Lynch en 1984, que aún estando muy bien, quizá no tenía la narrativa adecuada, algunas cosas quedaban extrañas en pantalla, y te podías perder un poco. La serie de ‘Dune, la Leyenda’, en el 2000, me gustó algo más. La ventaja de una serie es que podían meternos más del universo de Dune. Ambas tenían un buen reparto, y con algunos personajes acertaron bastante.
Tampoco podemos olvidar aquella película que no llegó a rodarse, la de Alejandro Jodorowsky (‘La casta de los Metabarones’). Simplemente con el documental de ‘Dune: La Versión de Jodorowsky‘, y ver imágenes sobre ella, tenía pinta que iba a ser un locurón. ¿Qué hubiera sido curiosa?, sin duda, qué nos hubiéramos sacado los ojos con algunos conceptos, también.

Villeneuve ha tenido que enfrentarse a muchas cosas desde la concepción del guión. La más evidente, adaptar una de las grandes obras de la literatura de la ciencia ficción, que cuenta con millones de seguidores. Tenía que hacer una película que conservara al alma de la novela y, al mismo tiempo, interesar a espectadores que no la hayan leído. Por mi parte, creo que ha conseguido ambas cosas.
Dune: Una historia densa y compleja
Desde mi punto de vista han sabido que partes se podía renunciar de la novela, para adaptarlo tanto al lenguaje cinematográfico, como la duración de la película. Eso sí, reconozco que se echan de menos algunas cosas. Por ejemplo, más sobre el Emperador y toda la conspiración contra los Atreides, las Bene Gesserit y todo el poder que ostentan, o sobre la Cofradía Espacial y sus navegantes, que son los que manejan esos viajes espaciales del que se necesita tanta especia Melange. Pero, aun con todo esto, la trama principal está intacta, y no te pierdes en ella.

Lo bueno es que han dejado grandes y míticos momentos que, para mí, y muchos de sus lectores, no podían faltar. Y son una gozada. La prueba de la caja y el Gom Jabbar, donde veremos la fortaleza de Paul, y también el poder que tienen las Bene Gesserit. El entrenamiento entre Paul y Gurney Halleck, donde vemos cómo funcionan esos escudos. Sin olvidar el momento de la trampa con el buscador-cazador en la habitación de Paul, el cara a cara entre el duque Leto y el Barón de los Harkonnen, o el ataque del gusano de arena a una cosechadora y los Atreides intentando salvar a los trabajadores.
Todos estos momentos no defraudarán a los lectores de la novela, y flipará a quienes no la han leído. Son una maravilla visual, al igual que el ataque de los Sardaukar y Harkonnen a los Atreides. Sin olvidarnos de diálogos, duelos verbales, y la presentación de algunos personajes.

‘Dune’ sabe en qué momento contarte información de su mundo, de una manera bastante natural, y sin tener que usar los pensamientos en voz en off de los personajes. Tiene un ritmo genial, incluso siendo una historia densa, que hace pasen volando sus dos horas y media de duración.
Y tampoco falta la acción, donde hay destacar las coreografías y escenas de combate. Ya no sólo cada casa (sean Atreides, Harkonnen, los Sardaukar o los Fremen) lucha de una manera diferente, sino que cada actor recibió diferentes clases de entrenamiento para que su estilo de combate refleja tanto su edad, corpulencia, historia, e incluso forma de ser y personalidad.

Llegado a este punto de la crítica, me han entrado ganas de volver a verla.
«Mi desierto, mi Arrakis, mi duna«
Frank Herbert creó un basto universo con una historia que se remontaría (o se remontará, más bien) a 10.000 años en el futuro en nuestra propia galaxia. Los viajes interestelares se mezclan con la religión y el misticismo, las naves espaciales con la prohibición de los ordenadores, la superación humana y los combates con espadas, el sistema feudal con corporaciones de comercio y nómadas del desierto. Villeneuve casi hace lo mismo, mezcla lo contemporáneo y lo moderno con lo antiguo, pero ya no sólo en la historia, sino también en la narración y en la parte técnica y artística.

En ‘Dune’ podemos ver diferentes planetas: Caladan, hogar de los Atreides, un lugar tranquilo para vivir, donde queda lugar para la naturaleza, y tiene un aire nostálgico y también como surgido del renacimiento. Giedi Prime, el planeta de los Harkonnen, está devastado, explotado, y no queda un ápice de naturaleza, y es frío y está sobreindustrializado. Salusa Secundus, un planeta prisión y lugar de entrenamiento de los Sardaukar, la guardia imperial, donde solo sobreviven los fuertes. El diseño de cada planeta, y sus edificios, reflejan también a sus habitantes.
El más importante de todos ellos es el planeta Arrakis, donde se extrae la especia tan preciada, y donde se verá el destino de Paul Atreides. No sólo hay desiertos y dunas, si no que es un lugar místico, bello, y al mismo tiempo temible, donde debes enfrentarte tanto a su clima, como a los enormes Gusanos de Arena. Es impresionante.

Pero ya no sólo son esos desiertos, la propia ciudad de Arraken y el palacio donde se mudan los Atreides —que parece el interior de una pirámide—, tiene un diseño perfecto, donde se nota el mimo en cada escena e imagen. Destacar el uso del color y la iluminación, donde el director de fotografía, Greig Fraser (‘Rogue One’, ‘La noche más oscura’), consigue hacer que estos lugares exóticos, lejanos y extraños, luzcan reales.
Para conseguir llevarnos al mundo de Dune, no sólo se ha grabado en los estudios de California, sino que se ha viajado a los desiertos de Jordania y los Emiratos Árabes, pasando por Budapest, a los mares de Noruega, Austria, o Eslovaquia.

Sin olvidar las naves y vehículos. A destacar los famosos ornitópteros, un diseño basado en insectos (como una libélula), y en helicópteros de combate. Extraordinarios. El trabajo de efectos especiales es brutal. Cada nave que vemos volando, y cada planeta y edificio, parece que exista de verdad. Se mezcla muy bien las grabaciones en estudios con grandes decorados, en paisajes naturales, naves a tamaño real, con el uso del CGI.
Y uno de los puntos más importantes eran los gusanos de arena. Impresionantes. La textura de la piel, el aspecto intimidante y majestuoso, su movimiento bajo las arenas de Arrakis, o ver como tragan grandes estructuras, fue un proceso de creación y diseño que llevó más de un año de trabajo. Una auténtica pasada.

A todo esto hay que añadirle un vestuario, utilería, y decoración a la altura. Cada pieza de ropa, los destiltrajes, armas, armaduras, están adaptados para cada casa, personaje, o lugar.
La banda sonora se encuentra bajo la batuta del compositor Hans Zimmer (‘Gladiator’, ‘Interstellar’, ‘El último samurái’, ‘Blade Runner 2049’) donde nos ofrece música épica, de suspense, acción, tensión, y con temas que parecen surgidos de tribus misteriosas, y sonidos salidos del más profundo desierto o el más lejano planeta.
El camino del Kwisatz Haderach
Todo lo que verán nuestros ojos está a la altura de esta épica historia. Pero en esta aventura de intrigas políticas, llena de traiciones, leyendas religiosas, mitos, monstruos, villanos, guerreros, batallas, y amor, tiene que tener unos personajes y actuaciones que haga creíble cada momento y diálogo. La elección del reparto de ‘Dune’ me ha parecido redondo.

Aunque haya toda esa conspiración del Emperador y los Harkonnen contra los Atreides, y todo lo que ocurre en Arrakis, gran parte de la trama gira entorno a Paul y, sobre todo, en lo que se debe convertir. No estamos ante un “viaje del héroe” propiamente dicho. El protagonista está bastante al corriente de su destino, y aunque no tiene mucha experiencia, ha aprendido lo suficiente para enfrentarse a lo que se encontrará. Pero esto sólo es la mitad del viaje para convertirse en Muad’Dib.

La elección de Timothée Chalamet (‘Call me by Your name’, ‘Mujercitas’) para interpretar a Paul, dio en el clavo. Villeneuve quiso a Chalamet en cuanto le vio, y no pensó en ningún otro candidato, supo que sería un Paul perfecto. Como dijo el propio director, en Timothée puedes ver a un adolescente, pero también alguien con alma de anciano, capaz de entender la naturaleza humana, a los Fremen, y el mundo que le rodea. Eso es precisamente lo que nos transmite Timothée, y es lo que debía ser Paul y su camino para convertirse en el Kwisatz Haderach, el Elegido.

El resto de la familia Atreides también está perfecta, aunque ojalá hubiera más evolución en los personajes. Oscar Isaac (‘Ex-Machina’, ‘Star Wars: El despertar de la fuerza’), como el duque Leto, está genial. Un hombre íntegro, tanto para sus hombres, y en especial su familia. Después tenemos a Rebecca Ferguson (‘Doctor Sueño’, ‘Misión imposible: Nación secreta’), como la dama Jessica. La actriz tiene ese aura mágica, fuerte, y la presencia misteriosa y peligrosa de una Bene Gesserit. Donde tampoco renuncia a esa parte que está preocupada por Paul y Leto. Ferguson brilla durante toda la película.
Tanto Josh Brolin (‘Infinity War’, ‘Sicario’, ‘No es país para viejos’) como Gurney Halleck, y Jason Momoa (‘Juego de Tronos’, ‘Aquaman’) como Duncan Idaho, están perfectos en sus papeles, y con buenos momentos. Aunque se echan en falta más minutos de ambos maestros de Paul. Algo que ocurre también con el Dr. Yueh (Chang Chen) y el mentat Thufir Hawat (Stephen McKinley), que les falta mucha más profundidad.

Para hablar de los Harkonnen con nombrar a Stellan Skarsgård (‘Chernóbil’, ‘El indomable Will Hunting’), como el barón Harkonnen es más que suficiente. Tiene una presencia imponente, como el de una bestia a punto de atacar y devorarte, y con una astucia maligna. Se pasaban más de 7 horas aplicándole ese impresionante maquillaje y prótesis que le da ese aspecto, que, junto a su actuación, es más que aterrador. Dave Bautista (‘Guardianes de la Galaxia’, ‘Blade Runner 2049’) no está mal en sus pocos minutos como Glossu “La Bestia” Harkonnen. Pero se echó de menos al temible Feyd Rautha Harkonnen, el otro sobrino del barón. A saber si le veremos en la segunda parte.

Elegir a los integrantes de los Fremen, la tribu del desierto, los hombres libres de Arrakis que luchan por que les dejen en paz y no exploten su hogar, también era importante. Javier Bardem interpreta a Stilgar, un gran líder de los Fremen. El actor tiene esa apariencia fuerte, intimidante, pero también de alguien honorable y en quien confiar. Y la maravillosa Zendaya (‘Spiderman’, ‘Euphoria’) está magnífica en el poco tiempo que sale como Chani, un personaje muy ligado a Paul, que nos ofrece un personaje muy enigmático, misterioso, y atrayente. Villeneuve anunció que tendrá más peso en la segunda parte.
Una pena no ver más a las Bene Gesserit, las líderes espirituales de ‘Dune’, tan poderosas como peligrosas. Son las que se encargan de los linajes de sangre, en busca del humano perfecto capaz de ver el futuro lejano: el Kwisatz Haderach. Han ido sembrando leyendas y supersticiones de esta figura en Arrakis para que esperen su llegada. La actriz Charlotte Rampling interpreta a la Reverenda Madre, y en su momento durante la prueba del Gom Jabbar, está perfecta. Como apunte, Charlotte estuvo a punto de interpretar a la dama Jessica en la película que iba hacer Alejandro Jodorowsky.

Todos y cada uno de ellos hacen un gran papel. Pero como he comentado, es una pena que nos falte más tiempo con cada uno de ellos. Es imposible trasladar todo lo que queremos de esta novela, en menos de 6 horas.
Conclusión
‘Dune‘ es una de las grandes películas del 2021, y también en el cine de ciencia ficción de los últimos años. Denis Villeneuve ha conseguido hacer una película que gustará a los fans de la novela, y también que acercará a aquellos que no la han leído. Faltan cosas de libro, ¿pero en qué adaptación no ocurre? Pero creo que ha sido necesarios algunos de estos cortes para poder explicar esta historia tan densa a su lenguaje cinematográfico, y darle un ritmo excelente.
Lo que más tengo que destacar es su impresionante diseño de producción, desde los decorados, naves, utilería, maquillaje, fotografía, hasta sus efectos especiales magníficos con esos gusanos de arena. Sin olvidar a todo el reparto, que hace un trabajo magnífico. En especial Timothée Chalamet y Rebecca Ferguson, que están increíbles. Con muchas ganas de su continuación.
Ficha técnica
- Título original: Dune
- Año: 2021
- Duración: 155 min.
- País: EEUU
- Director: Denis Villeneuve
- Guión: Denis Villeneuve, Eric Roth, Jon Spaihts (Basado en la novela de Frank Herbert)
- Reparto: Timothée Chalamet, Rebecca Ferguson, Oscar Isaac, Stellan Skarsgård, Josh Brolin, Jason Momoa, Javier Bardem, Charlotte Rampling, Zendaya
- Música: Hans Zimmer
- Fotografía: Greig Fraser
2 comentarios en «Dune (2021), de Denis Villeneuve»
Lo mejor de la película es que es respetuosa con el espíritu de la novela, aunque la traslación al cine convierte, a menudo, dicho espíritu en un espectro. Liviano, superficial, transparente. La abundante introspección y diálogo interno de los personajes principales del libro se traducen aquí a miradas intensas, gestos contenidos y silencios expectantes; a resultas de ello piensas que tras esto hay mucho más, y no te equivocas, tendrás que leerte el libro para comprender la magnitud del universo Dune.
La producción es fastuosa, rica en matices que no abigarrada. El desierto se siente temible e inclemente, los gusanos son el destilado viviente del yermo.
Los actores defienden con dignidad el papel asignado. Solo Paul y Dama Jessica están razonablemente dibujados, el resto los acompañan.
La acción solo se fija en unos pocos acontecimientos del libro, esenciales la mayoría, pero ahí se quedan.
Veremos como resuelven la batalla final, esperemos que aparezca de una vez Feyd-Rauta.
Muchas gracias por tu respuesta, y muy de acuerdo en todo lo que has escrito.