
Arahan (2004), de Ryoo Seung-wan
“Urban Martial Arts Action” (o Artes marciales urbanas de acción), así reza el subtítulo de ‘Arahan’, y desde luego es bastante acertado. Porque el director Ryoo Seung-wan, con ese pequeño extra en el título, nos deja claro que vamos a ver. Y todo con su estilo propio de acción que ya iba puliendo, con buenas escenas y personajes, y desde luego con mucho humor.
Arahan, el camino del Tao
«Sang-hwan es un policía humilde que patrulla las calles algo patoso y con tendencia a sufrir accidentes. Precisamente por un accidente conoce a los Maestros de Tao. Ellos creen que tiene un gran potencial, por lo que deciden reclutarlo y entrenarle para que se convierta en un poderoso guerrero. Justo al mismo tiempo, un viejo villano, Hewk-woon, se ha liberado de una cárcel que le ha mantenido hibernado durante siglos. Sólo Sang-hwan, y la hija de uno de los Maestros, Eui-jin, ambos con el potencial para ser Maestros Supremos, podrán enfrentarse a este peligroso enemigo.»

El director Ryoo Seung-wan (‘Por encima de la ley’, ‘Crying Fist’, ‘City of Violence’, ‘Die Bad‘) nos trae una cinta muy inspirada en el cine de artes marciales del Hong Kong de los 70 , aquellas producidas por la Golden Harvest, Shaw Brothers, o la Lo Wei Company. A mí me recordó a películas tipo ‘Drunken Master’ o ‘El estilo de la serpiente y la grulla de Shaolin’, donde el alumno tiene que pasar por esos entrenamientos tan duros como disparatados. Y que a veces iban acompañados de momentos humorísticos.
Hasta en el prólogo hay una referencia a ese cine, donde vemos a los maestros hablando sobre diferentes tipo de entrenamientos de artes marciales, que tanto hemos visto en películas de este género. Una genialidad de diálogo. Y, además, rodado de tal manera, que nos recordará a la escena de la cafetería de ‘Reservoir Dogs’ de Tarantino.

La trama parte de esa base, adaptada a la época actual, con toques de cine fantástico, con algo más de humor, y el estilo de este director. Veremos cómo Sang-hwan (Ryoo Seung-beom) será entrenado para que deje de ser ese policía tan patoso, y convertirse en un gran guerrero del Tao.
‘Arahan’ le da una pequeña vuelta de tuerca al cine de ese género, aunque tampoco vamos a encontrarnos grandes sorpresas en su guión. Aun así, se hace interesante por la evolución de los personajes y, sobre todo, las escenas de acción.
Arahan: Artes marciales urbanas de acción… y de humor
En esta tercera película de Ryoo Seung-wan ya mostraba su tendencia a las artes marciales y la acción, siendo este último un género en el que se mueve muy bien.
‘Arahan’ tiene un nivel muy alto de comedia en su primer tercio de la película, y a lo largo de la película lo mantiene más en segundo plano. Eso no quita que no tenga momentos serios, incluso con alguna escena violenta, y sin necesidad de sangre. Pero como siempre digo, si no estás preparado para estos cambios de registro tan habituales en el cine coreano (y sobre todo a su humor), te podrían sacar de la película. Y reconozco que aquí hubo alguno que me descolocó.

Tampoco tiene el ritmo frenético de su anterior trabajo, ‘No Blood No Tears’, o de sus siguientes películas. Como he dicho, arranca bien con la comedia, que está bastante bien si entras en su humor, pero también puede hacerse algo largo este tono. Y su parte central se queda en tierra de nadie en cuanto a género y lo que quieren explicarte, que se me hizo algo cuesta arriba.
Eso sí, las escenas de acción, cuando por fin aparecen, son geniales. Unos combates y escenas de acción muy bien coreografiados, donde se mezcla las artes marciales cuerpo a cuerpo, con espadas, saltos imposibles, y el uso de cables al más puro esto de Yuen Woo-ping, y hasta cierta influencia de ‘Matrix’. Su recta final sí que es más frenética.

Detrás de esta coreografía está el actor, artista marcial, doble y especialista, Jung Doo-hong, que además es el villano de la película. Gran papel dentro de la pantalla como fuera, donde planifica las escenas de acción. En la reseña de ‘No Blood No Tears’ podéis encontrar algo más información sobre este estupendo artista marcial.
Todas las actuaciones están más que correctas. Destacando entre ellas a Ryoo Seung-beom —hermano del director, y que ha trabajado en otras películas suyas como ‘Crying Fist’, ‘The Berlin File’ y ‘The City of Violence’—, que nos ofrece a un protagonista con diferentes registros, y con gran carisma. Eso sí, a veces nos puede sacar de quicio.

Junto a él está la actriz Yoon So-yi (‘Iris’, ‘Shadowless Sword’), que interpreta la hija de uno de los maestros, y aunque sea su rival para ser una Maestra del Tao, le ayudará en su entrenamiento, y será una gran compañera para enfrentarse a Hewk-woon. Ambos tienen buenos momentos de humor, y hay que reconocer que trabajaron muy bien sus escenas de acción.
Conclusión
VALORACIÓN: 7,5
‘Arahan’ es una gran película de artes marciales, y con unas escenas de peleas geniales y bien coreografiadas. Tiene un guión correcto, y el ritmo sería genial sino fuera por su parte central, que se va algo por las ramas. Su comedia puede ser un arma de doble filo, porque si no entras en él, quizá no aguantes la mitad de la película.
En definitiva, si te gusta el cine de artes marciales clásico, con una dirección moderna, vas a pasar un buen rato con esta película.
Ficha técnica
- Título original: Arahan (Urban Martial Arts Action)
- Año: 2004
- Duración: 114 min.
- País: Corea del Sur
- Director: Ryoo Seung-wan
- Guión: Ryoo Seung-wan, Yu Seong-dong, Euin Ji-hee
- Reparto: Ryoo Seung-beom, Yoo So-yi, Jung Doo-hong, Ahn Sung-kee
- Música: Han Je-kwon
- Fotografía: Lee Jun-gyu